miércoles, 14 de noviembre de 2012

Carta abierta a la politica.


Va a ser difícil, pero a ver si logro hacerme entender. Provengo de una familia humilde y antiperonista  (mi padre se negó a ponerse el luto por la muerte de Evita), crecí rodeado de las lecturas de Borges y Nietzsche, Kierkegaard, la Biblia y el nihilismo, me arrojé a la vida mezclando Eça de Queiroz en la mesa de luz, las puteadas de Dalmiro Saenz, y al lado...la libreta de matrimonio con mis flamantes 18 años. En algun momento me robaron buena parte de mi juventud, me engañaron con la guerra contra el terrorismo y las tapas de Gente que estábamos ganando. Suerte que podía comprar la Humor y menos mal que la entendía. A los 25 años entré a trabajar en la ex DEBA y a militar en Luz y Fuerza donde me asomé al peronismo, justo en la bisagra del cajon de Herminio. Se me puso la piel de gallina cuando vi asumir a Alfonsin por la cantidad de gente en la plaza. Algo no me cerraba de la economia radical pero nada fue comparable a la fiesta de los 90. Sin palabras. Después el pueblo eligió a De la Rua y la brújula se perdió como un alfiler caído detrás de la mesa de luz: para siempre. Llegamos a la era K y todo cambió, estando de acuerdo o no con este modelo nacional y popular, nadie que se equivoque tanto pueda remontar el porcentaje de votos hasta pasar mas de la mitad en tan poco tiempo. Entonces me pregunto: quien se hubiera suicidado votando otro período de gobierno a cualquiera de los presidentes que llevaron al país a la ruina económica y moral?. Nadie. Entonces: porque no se le da la posibilidad de sí hacerlo cuando hay conformidad con quien esté gobernando en ese momento?. De todas formas, la gente ha madurado políticamente como para no votar si no quiere, no estoy anticipando mi voto, acostumbro decidirlo siempre más cerca de cada elección y pongo en la balanza cuestiones que sería muy largo enumerar. No me escandaliza la elección indefinida, me asusta esta nueva forma de discriminación política, rayana en la violencia de género, que esconde detrás a una oposición carente de proyectos. Déjenme votar tranquilo, dejen postularse tranquilo, dejen gobernar tranquilos.