lunes, 2 de julio de 2012

Manual del Politico Local


BREVE MANUAL DEL POLÍTICO LOCAL
 
PROLOGO

CAP. 1 -   GOBERNAR SIN HACER GOLES.

CAP. 2 -   LOS EJES DE CAMPAÑA: ETERNOS.

CAP. 3 -   LOS CONCEJALES Y EL RIESGO DE ARMAR UNA LISTA.

CAP. 4 -   DE  MANO DERECHA A PULGAR PARA ABAJO.

CAP. 5 -   LAS ALIANZAS: SÓLO SI ES IMPRESCINDIBLE

CAP, 6 -   LA EXPOSICIÓN PUBLICA O LOS RIESGOS DE LA PRENSA.

CAP. 7 -   LAS COMISIONES Y EL TRABAJO EN EL CONCEJO.

CAP. 8 -   EL RIESGO DE POLITIZARSE UNO MISMO.

CAP. 9 -   LLEGANDO AL PODER.

CAP. 10 - POLÍTICA Y REDES SOCIALES.

CAP. 11 – OPOSICIÓN Y OPOSITORES


EPILOGO


 PROLOGO.

Hartos, pasados y felices años de participación política en tareas ejecutivas tales como barrer, cebar mate y no haber ostentado cargo alguno jamás, me habilitan a escribir sobre algo que conozco en demasía y además intuyo y que ha despertado en mí pretendidas reflexiones, con la única intención de provocar otras. Si eso ocurre, un objetivo estará cumplido. Más allá de la vana lectura, la aseveración o la crítica, ya estoy muy bien pago con sacarme de encima los pensamientos que siguen.

 CAP. 1 -   GOBERNAR SIN HACER GOLES.

Los que saben de fútbol dicen que la formula del éxito es jugar bien, que los goles vienen solos. Algo similar pasa en política, con la diferencia que el plazo de exposición no es cada domingo, sino cada dos años. Le toca a la dirigencia representante de cada fuerza política obrar en consecuencia para encantar o desencantar a propios y extraños. De cualquiera de las dos maneras, sea gobierno u oposición, la responsabilidad de trazar un plan de gobierno que se ajuste a las necesidades y prioridades de un distrito harto fácil por su reducida extensión y su planificación, tiene dos frentes principalísimos a tener en cuenta:
1) el Presupuesto, que no pudiendo tomar más vuelo que el que la Provincia y/o la Nación le provea, se reduce solamente a su correcta distribución y
2) el salario de los empleados Municipales.


CAP. 2 -   LOS EJES DE CAMPAÑA: ETERNOS.

Áreas fundamentales como vivienda, trabajo, acción social, educación, (entre otras muchas que sería largo enumerar), deberán ser debatidos no solamente con la primera línea del Partido (cuando se es gobierno con los ejecutores de áreas, principalmente), sino también con aquellos afectados directos que a causa de lidiar cotidianamente con esas cuestiones, pueden dar un toque de realidad al análisis de cada tema. Jamás se le debe temer al debate de ideas sino que por el contrario, se lo debe incentivar ya sea con mesas de conversación, introduciendo militantes en las instituciones o en el mano a mano con los vecinos.


CAP. 3 -   LOS CONCEJALES Y EL RIESGO DE ARMAR UNA LISTA.

Este es un paso importante. El primer consejo es el más fácil: que no se la armen, pero es también el más difícil cuando uno pertenece a esa raza de políticos que lo saben todo y no escuchan a nadie. Hay que procurarse el olfato mínimo y necesario para incluir en esa lista a verdaderos representantes de cada sector, teniendo la agudeza necesaria para ir delineándola como representativa de los interesases del distrito, dividiéndola en áreas sensibles a las instituciones y los votos de los independientes. Para ello hace falta tener ojos y oídos en todas partes y no me refiero a las famosas encuestas: harto experiencia me sobra para demostrarles que forman parte de maquinarias perversas que sólo complacen a quienes las pagan, narcisismo mediante, o que por su ejecución en manos de personas ajenas a la comunidad, a veces se completan de forma ligera y sin respetar cánones establecidos a raíz de su misma urgencia en entregarlas. La verdadera encuesta son los lugares cotidianos de compras o la reunión en cada casa o la salida de la cancha o la peluquería, por citar casos comunes y concretos. Hágase su propia lista. Compárela con la que le llegó por el Partido y déjese llevar por su intuición: si es usted un buen  político, eso nunca va a fallar.

 
CAP. 4 -   DE  MANO DERECHA A PULGAR PARA ABAJO.

Los dirigentes, que son la cara del partido, tienen también su nuca y son los colaboradores o ejecutores de la acción de gobierno, son quienes en épocas buenas y en las malas, los que tendremos en el podio a la hora de festejar o los que sostendrán la derrota viviendo en la cornisa de ser chivos expiatorios, por lo tanto se deberá cuidar muy bien en la elección de los mismos, habida cuenta que el resultado de una magra votación puede ser tanto a causa del número uno de la lista como del seis, el capataz de Viales, el Director de Acción Social, el Secretario de Gobierno o el referente de una localidad, cualquiera de ellos será el talismán preciado o el piantavotos de cualquier elección. Deberán ser lo suficientemente confiables como para delegar en ellos políticas a aplicarse, tener la dosis justa de ambición para que puedan crecer y desarrollarse en bien del partido y el distrito pero la lealtad necesaria para evitar una interna al poco tiempo de andar, para asegurar así una permanencia en el tiempo de la fuerza gobernante, más allá de nombres o trayectoria.

 CAP. 5 -   LAS ALIANZAS: SÓLO SI ES IMPRESCINDIBLE

Aquella fuerza política que no pueda evitar una alianza con miras a una contienda electoral, deberá tener en cuenta un aspecto fundamental: la elección de sus aliados. No debe hacerla con una fuerza similar o superior, ya que el riesgo de ser fagocitado por aquella es latente, por el contrario, de hacerla con una fuerza de menor peso (o varias, sería lo ideal), daría como resultado un mejor manejo en la “mesa chica” a la hora de repartir cargos o nombrar funcionarios en áreas muy sensibles. Llegada la hora de la adversidad y los malos tiempos, no es de asombrarse que su mejor aliado de ayer... sea su principal enemigo de hoy, lo que permitirá un jaque mate rabioso a la hora de deslindar las responsabilidades de una derrota y regresar airoso a la arena política: sólo es cuestión de tener la habilidad suficiente para hacer comprender al electorado que usted fue traicionado o que se apartaron de los lineamientos que dieron origen a esa misma alianza.

 
CAP. 6 -   LA EXPOSICIÓN PUBLICA O LOS RIESGOS DE LA PRENSA.

Todos sabemos, de tanto verlo, que hay personas proclives a entusiasmarse con un micrófono por delante y si eso implica una cámara, tanto más el riesgo de caer en las garras del pensamiento de don Ata, que decía que el hombre es dueño de su silencio y esclavo de sus palabras, por lo tanto, es conveniente ser cauto en el uso de las mismas y poner frecuentemente a otros dirigentes o funcionarios, (alternándolos eso sí), en la delicada función de dirigirse al pueblo, con la consabida excepción de anuncios que, por su magnitud, puedan decidir el resultado de una elección o por su gravedad, puedan dejar flotando la sensación de temor a dar la cara o lo que es peor, dar lugar a que se instale la idea de ineptitud para gobernar. Ante la duda: es preferible un silencio que deje lugar a una defensa “soto voce” por parte de los cuadros de segunda línea o incluso, de los mismos vecinos a un discurso del cual deba arrepentirse o lo que es peor, salir a corregirlo. Hay que extremar las precauciones en lo relativo a las fotos: éstas deberán mostrarnos siempre con una actitud formal o un aire casual, no debemos permitirnos el lujo de salir abrazados eufóricamente ni siquiera en un corte de cintas y observar siempre a nuestro alrededor la presencia de carteles o leyendas que puedan perjudicarnos o ser usadas en nuestra contra.

CAP. 7 -   LAS COMISIONES Y EL TRABAJO EN EL CONCEJO.

Si se es gobernante, se debe procurar tener la mayoría de las Presidencias de las Comisiones, dando a la oposición aquellas que no revistan mayor importancia o creando algunas si es necesario, para después negociarlas, dándoles la sensación de haber perdido poder en la distribución y procurando que no se advierta jamás el porcentaje o el peso que detentemos: eso se podrá utilizar llegado el momento de la votación, con eso basta y sobra para quedar en la imagen de la opinión pública como ganadores. Pero. por el contrario, si se es oposición, hay que tener sumo cuidado a quien y en donde peleamos, para no correr el riesgo de terminar presidiendo una Comisión jaqueada todo el tiempo con proyectos de ordenanzas imposibles de resolver. Asimismo, se deberá procurar en todas las sesiones presentar proyectos sensibles y de interés general, si nos los hubiera, procurar idearlos de forma que la presencia de los mismos suscite interés en la gente y demuestre la preocupación por resolver los problemas de los vecinos, pero no dejar pasar una sesión sin presentar por lo menos tres o cuatro, para ello también es aconsejable hacer participar en los mismo no solamente a interesados directos sino también a profesionales que asesoren en cada caso. Esto se logra haciendo caminar la calle a los concejales, a colaboradores directos o indirectos o poniendo los parlantes más efectivos que hay: los propios votantes, escuchándolos o haciéndonos traer su pensamiento.

 CAP. 8 -   EL RIESGO DE DESPOLITIZARSE UNO MISMO.

El día que un político deje de tener sueños, se convierte en una cáscara vacía. Ya sea porque detente el poder y espere ávidamente a fin de mes su ingreso por la función para invertirlo como un salvataje al futuro o si, por el contrario, es opositor y solamente está medrando en que llegue el día de estar en ese lugar para recuperar lo que, equivocadamente, supone una inversión. Un político empieza por los sueños, sea un niño, un joven estudiante o un anciano sentado en el banco de la plaza que se dice a sí mismo: Ah...si yo fuera Intendente ! y sueña con arreglarlo todo. Ese es el político que todos llevamos dentro y a quien no debemos soltarle la mano jamás.

 CAP.  9 -   LLEGANDO AL PODER.

Según dicen los que saben, lo difícil no es llegar, sino mantenerse. La implacable picota de los dos años que mencionaba antes, da muy poco margen de error. Si es necesario hacer cambios, deberán estar en los primeros tres meses de gobierno, eso nos da un  margen de olvido aceptable que sumado a una actividad vertiginosa de distracción de los votantes, en donde aportan la preocupación por el sustento diario, las fiestas calendarias o los espectáculos gratuitos que siempre ofrecen distracción, estaríamos en un margen de olvido aceptable. Jamás hacer cambios drásticos en épocas previas a las de elecciones, eso supone una debilidad para gobernar y una falta de previsión política que hace dudar al electorado. Es conveniente además, pausar períodos de gobiernos aceptables para poder regresar exitoso con un bagaje de buenos períodos anteriores sin caer en la abominable tentación que supone la reelección indefinida de los gobiernos municipales.

 CAP. 10 - POLÍTICA Y REDES SOCIALES.

Ninguna actividad escapa al fenómeno de las redes sociales. Independientemente de la opinión formada de cada uno de nosotros sobre Facebook, Twiter, Hotmail o cualquiera de tantas que circulan en estos días, lo cierto es que junto a los mensajes de texto de los celulares, se han convertido en un aliado imprescindible de la política a la hora de comunicar, comunicarse y comunicarnos. Yo las llamo EL QUINTO PODER ya que han desplazado a los diarios, las radios y la televisión por estas horas en la función periodística y prueba de ellos es que los mismos animadores y locutores utilizan esta tecnología en vivo, aliándose con la mensajería electrónica para tener una rápida información al aire. Es importante contar con ellas no solamente durante la gestión de gobierno o cuando se está en la oposición, (armando una verdadera red de información y testeo), sino fundamentalmente en el momento de un acto eleccionario, procurando el acceso gratuito a las mismas no sólo a los fiscales y veedores, sino a los referentes más confiables que circulan durante el desarrollo del acto asegurando transparencia y son de verdadera  utilidad en ese momento histórico de la democracia.

 CAP. 11 – OPOSICIÓN Y OPOSITORES

Es de rigor mantener una buena relación con la oposición, a los ojos de aquellos observadores y posibles votantes que esperan de su candidato un político equilibrado, que no demuestre excesivas pasiones ni que esté todo el tiempo enemistándose con los demás o pronunciando exabruptos verbales hacia las fuerzas políticas de la vereda de enfrente. Y digo con la oposición, esto no implica a los opositores. A ésos si se deberá cuidar muy bien de tenerlos lo suficientemente controlados para que no constituyan un obstáculo a la hora de gobernar o en épocas previas a las elecciones, principalmente. Esta doble estratagema permite que los opositores sueltos no encuentren un cauce a sus reclamos ya que las relaciones institucionales de los partidos tendrán una buena relación que no querrán fracturarla y será así, finalmente, la oposición quien contribuirá a apaciguar los ánimos haciéndole entender que no pueden caer en el juego de la pelea a la vista de los votantes, pero cayendo irremediablemente en el nuestro.

EPILOGO.

A cualquier creador que le pregunten por su obra, les dirá que está conforme con lo que ha escrito. No ha sido nunca mi caso. Y menos cuando se trata de algo tan delicado como es la política, de la que he sido espectador de lujo y he tenido la suerte de haber podido escuchar a muchos referentes locales e incluso provinciales y nacionales, he sido privilegiado al ser testigo de decisiones tomadas sobre la marcha en momentos críticos y de bonanza. A todo eso he pagado con las únicas monedas que llevo siempre en los bolsillos: silencio y lealtad. Buenas tardes.